Alfredo Matus, director de la Academia Chilena de la Lengua y académico del Departamento de Lingüística de la Universidad de Chile, fue el gestor de la idea de crear la Cátedra Andrés Bello el año 2010, en el bicentenario de la llegada de Bello a Londres. Luego de la celebración de tres simposios los años 2013, 2014 y 2015, la cátedra se concentró en la tarea de editar los cuadernos, empresa qué encabezó el especialista en la vida, obra y pensamiento de Bello Iván Jaksic junto a la lingüista Tania Avilés y un destacado equipo de expertos en griego, latín y francés conformado por Matías Tapia, Claudio Gutiérrez y Miguel Carmona. En esta tarea también colaboró como experta la Prof. María Eugenia Góngora, cuyo decanato impulsó e hizo prosperar esta iniciativa, con el objetivo de abordar la imperiosa necesidad de editar filológicamente los cuadernos, piezas clave para comprender la genealogía de las ideas de Bello, sus hábitos intelectuales, su conocimiento de varios idiomas y su manera de razonar.
En la presentación del volumen, que alcanza las 902 páginas, Francisco Javier Pérez, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española, destacó la publicación como el más grande acontecimiento del bellismo desde la aparición de la segunda edición caraqueña de sus obras completas, en las que se publicó su rico epistolario. "La edición de los cuadernos de Londres nos obliga a un nuevo descubrimiento de Andrés Bello", señaló, dado que son escasos los estudios que integraron estos materiales, lo que significa un gran aporte en torno a las investigaciones sobre Bello, la exploración y divulgación de su trabajo inédito y el estudio del punto de partida de sus grandes obras posteriores.
Por su parte, Juan Ennis, académico de la Universidad Nacional de La Plata e investigador de CONICET, apuntó a la posibilidad de las nuevas lecturas que hace posible esta edición. “Estos cuadernos nos revelan no solo la base, el comienzo posible del momumentum de la madurez, sino también su reverso, la urdimbre en la que un lector inagotable, aislado y distante, con necesidades e incertidumbres, se permitió, leyendo y copiando, pensar el continente”.
María Eugenia Góngora, en tanto, destacó un punto que señala el académico de la Universidad de Stanford, Hans Ulrich Gumbrecht, en el epílogo de la publicación: la sensación de inmediatez. Lo que tiene que ver, desde su perspectiva y desde la literatura, "con un infinito amor por las palabras, por los textos, por los relatos y por la distracción inevitable que significa estar sentado en la biblioteca del Museo Británico para cualquier lector". En su calidad de decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades valoró la participación de los jóvenes investigadores formados en lenguas en la Universidad de Chile, quienes fueron un gran aporte para descifrar el manuscrito.
Al cierre de la presentación, Iván Jaksic señaló que “es la primera vez que nos encontramos con un registro tan abundante de lo que Bello pensó, transcribió y escribió”, el cual es clave para estudiar el detalle de sus preocupaciones intelectuales y políticas, y enriquecer su biografía y la comprensión de su pensamiento.
Una de las dificultades que debió abordar el equipo fue la gran dificultad de lectura. Su letra manuscrita es realmente difícil, explicó Jaksic. Las transcripciones, resúmenes y anotaciones son de difícil legibilidad porque Bello escribió para sí mismo y desarrolló una nomenclatura que es muy difícil de descifrar. Esto se traduce en una serie de abreviaturas y siglas que son prácticamente incomprensibles. En este sentido, Jaksic destacó el trabajo del equipo que "línea por línea, lenguaje por lenguaje abordó los documentos en jornadas larguísimas donde fueron descifrando e identificando los trazos".
Al finalizar Jaksic reconoció que su obsesión por el orden tuvo que lidiar con el “desorden” de las anotaciones en las que “se respira un aire de libertad en su navegación por las fuentes. El primer cuaderno remite al último, y el del medio al anterior. Es una libertad que hemos podido reconstruir, celebrar y que nos ha ayudado a proporcionar un texto que se pueda trabajar a través de él”.