De los programas de doctorado de los años cuarenta, los cuales seguían tan solo unas pocas personas, a la actual oferta de magíster y doctorados se acumula una larga experiencia centrada en la preocupación de la Universidad de Chile por producir intelectuales con una formación en un nivel superior en las distintas disciplinas que se reúnen en torno al carácter público y laico, propio de una universidad que enfoca los estudios humanísticos con miras al desarrollo de la sociedad chilena.
Eduardo Thomas, Director de la Escuela de Postgrado, señala que la voluntad de la Universidad de Chile fue estructurar programas de postgrado que ya no fueran para unos pocos estudiantes, abriendo y desplegando un espacio de reflexión sobre la base del cultivo de las disciplinas humanísticas. "Lo que se quiere es producir especialistas en distintos niveles, magíster y doctorado, que dominen sus disciplinas, sepan pensarlas, reflexionarlas, vincularlas con las situaciones históricas de desarrollo social y cultural dentro del país”, explica.
En este sentido, el Prof. Thomas cuenta que los programas de postgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades requieren de postulantes que combinen “rendimiento, experiencia y vocación por los estudios humanísticos” con el objetivo de lograr el dominio del estado actual de su disciplina y la creación de conocimiento, en el caso del magíster, y el desarrollo dentro de la frontera de la disciplina, en el caso del doctorado.
Para este fin, la Escuela de Postgrado ha trabajado en darle flexibilidad a los planes de formación. “Lo que se busca es que el o la estudiante pueda elegir sus cursos de la manera más libre posible”, proceso que es acompañado por profesores tutores en el doctorado y en algunos magíster y por los comités académicos a través de sus coordinadores y coordinadoras, quienes están dispuestos para orientar a los estudiantes en la carrera académica y la elección de asignaturas.
Esta disposición estructural también abarca la articulación con otras universidades, como es el caso de la red Humaniora, los convenios con la Universidad de Santiago y también con otras facultades con las que se tienen programas en común, como es el caso de la Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de Artes. “Lo que se busca es que las y los estudiantes puedan, desde la elección de los cursos, indagar y explorar dentro de sus inquietudes, sobre el estado actual de los estudios en los cuales se están especializando”, explica el Prof. Thomas.
Nuevos proyectos
Dos de los proyectos que la Escuela de Postgrado tiene en agenda es el del nuevo Magíster en Didáctica y el Magíster en Filosofía y Educación. Ambos se encuentran en distintas etapas de evaluación y a la espera de la aprobación por parte de las instancias correspondientes de la Universidad de Chile. Estos nuevos programas dan cuenta de la coherencia en el desarrollo de la propuesta de la formación de postgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades de cara a los temas que han movilizado al país. Eduardo Thomas destaca que el Magíster en Didáctica es fruto de una inquietud que es muy antigua, y que se hace necesidad desde que en la década del 80 la Universidad de Chile se vio privada de sus programas de pedagogía.
"Lucía Invernizzi, ex decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, es alguien que hizo mucho por recuperar las pedagogías, las que se reinstalaron con mucho esfuerzo como un programa de investigación en estudios pedagógicos, el cual se transformaría en un centro y luego en el actual Departamento de Estudios Pedagógicos. Como algo natural, por lo tanto, esta inquietud se proyectó a los estudios de postgrado", señala el Prof. Thomas.
Para Eduardo Thomas, esta propuesta es un modo de "servir a la reflexión en un nivel superior sobre la pedagogía, dentro de los contextos históricos de la sociedad chilena", constituyéndose en una manera de instalarse dentro de las políticas culturales y educacionales del país. En concomitancia, la propuesta del magíster en Filosofía y Educación apunta a ofrecer una mirada interdisciplinaria desde los estudios filosóficos y los estudios pedagógicos.
Políticas de apoyo a los estudiantes
La Escuela de Postgrado ha generado políticas de apoyo relacionadas con las reales condiciones de las y los estudiantes. Uno de las resoluciones es que la orientación de las becas que otorga la Facultad se basa en un criterio socioeconómico, abarcando desde el 50 al 100 por ciento del arancel. El Prof. Thomas cuenta que junto con las becas de arancel, la Facultad tiene “como política que a aquellos estudiantes que hayan obtenido becas externas, como CONICYT, pagarles la diferencia entre ésta y el arancel de la Universidad”.
La revisión de las condiciones sociales y económicas están en constante estudio y mucho de eso se debe a la relación con la Asamblea de Estudiantes de Postgrado, la cual se reúne regularmente, colaborando de manera constructiva a través de sus representantes en el Consejo de la Escuela de Postgrado. Eduardo Thomas cuenta que eso favorece un relación que es muy viva y positiva, en la cual se puede ver el influjo de los estudiantes que se movilizaron en el 2011 y que actualmente son parte activa de la comunidad del postgrado de la Facultad.
En este sistema de apoyo se deben destacar las becas de pasantía en el extranjero, las que buscan favorecer que los estudiantes de postgrado tengan la experiencia de la estadía de un mes en una universidad extranjera para completar sus tesis. Todos los años se realizan concursos para pasantías en el extranjero vinculadas a los trabajos de tesis. California y Nueva York en Estados Unidos, Barcelona y Madrid en España, Argentina, México, Cuba y Francia son algunos de los destinos.
Finalmente, una serie de actividades como seminarios y congresos de todas las disciplinas en los cuales participan profesores y estudiantes provenientes de Chile y el extranjero dan cuenta de una comunidad estudiantil viva, abierta e inquieta.