La iniciativa fue impulsada, desde Bienestar de Personal, por la Asistente Social Hilda Sandoval, quien relata la génesis de la idea. “Inicialmente se trató de dar respuesta a los procesos de duelo que han vivido algunas funcionarias y funcionarios, por pérdidas durante la Pandemia. De hecho algunos ya había solicitado apoyo profesional”.
En ese desarrollo, cuenta Hilda, detectamos otras necesidades, “como, por ejemplo, colegas que juegan el rol de cuidadores de adultos mayores y a quienes se había dado contención en crisis, con profesionales del Servicio Nacional del Adulto Mayor”.
Así, se llegó a la conclusión de que existían necesidades diversas y se decidió armar estos talleres, con el apoyo de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de Chile, con el objetivo de entregar herramientas de “contención emocional en momentos de crisis”.
De esa forma, alumnas y alumnos del cuarto año de esa carrera ofrecieron tres módulos: “Volviendo a la Presencialidad”, que se dictó de forma híbrida; “Cuidadores” y “Bienestar Emocional”, ambos presenciales.
La inscripción estaba abierta para funcionarios y académicos. Finalmente se recibieron 17 solicitudes, todas de funcionaros, de los cuales 15 completaron las 4 sesiones semanales de trabajo, que se iniciaron el 17 de octubre.
En un distendido encuentro de clausura, tanto monitoras como participantes, coincidieron en que fue un espacio de gran provecho, que ayudo a “encontrase con uno mismo y tener un tiempo de reflexión”.
Como lo dice Ángela Núñez, Coordinadora de Plataformas de U Campus, “fue muy enriquecedor. Me sirvió para conocer y compartir con personas que veo y saludo cotidianamente, pero que realmente no conocía. También fue útil porque nos ayudaron a liberar emociones, nos enseñaron a respirar e, incluso, a bordar. Me confirmó que siempre se puede aprender y mejorar”.
Patricio Muñoz, está día a día en la recepción de la Facultad, y valora este espacio “que me permitió relajarme y sentirme muy acogido. Tocamos temas cotidianos, pero le dimos otro sentido y eso fue muy bueno. Nos dieron datos para ser un aporte en una mejor convivencia”.
Las alumnas y alumnos que hicieron de monitores también remarcan el gran valor de la experiencia vivida.
“Para el equipo fue muy significativo este proceso. Traspasamos algunos conocimientos, pero creo que aprendimos más de lo que enseñamos”, dice Taís Duarte. Mientras que su compañero Felipe Navarro, destaca “la importancia de visibilizar la salud mental y reconocer las consecuencias que, en este plano, dejó la pandemia”.
Como resume Hilda Sandoval, “un resultado muy positivo, por los sentires de los participantes, quienes se sintieron considerados y acompañados en sus procesos personales”.