“Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré”
Miguel Hernández.
En un día como hoy, el 19 de diciembre de 2018, falleció la profesora María Eugenia Horvitz Vásquez, que dejó una profunda huella en la vida de quienes la conocieron.
Su compromiso con la docencia y el saber la convirtió en una de las más importantes formadoras de varias generaciones de historiadoras e historiadores en momentos cruciales y difíciles para nuestro país. Como estudiante y profesora en el Instituto Pedagógico hasta el golpe de Estado de 1973, tuvo un rol destacado en el movimiento de Reforma Universitaria.
Las represalias tomadas contra su familia, la obligaron a partir al exilio con sus hijos, cuyo padre, Enrique París, había sido detenido en el Palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973, por ser uno de los principales colaboradores del Presidente Salvador Allende.
Desde entonces y hasta sus últimos días, su tenacidad la convirtió en una destacada militante de la solidaridad con Chile, los Derechos Humanos y la memoria. Ese mismo compromiso marcó su regreso al país y su impronta en la Universidad. Fue en este espacio donde la profesora Horvitz impulsó nuevas líneas de investigación y campos de estudio en la disciplina histórica, todas orientadas a rescatar del olvido y reivindicar las memorias de las víctimas de la dictadura. Además, trabajó intensamente por la democratización y fortalecimiento del compromiso de nuestra casa de estudios con el país, lo que la llevó a ocupar distintas responsabilidades en la Facultad de Filosofía y Humanidades y la Universidad de Chile.
En mayo de 2018, siete meses antes de su muerte, se dictó un primer fallo del caso “La Moneda”. Este sábado recién pasado, la Corte Suprema ratificó la sentencia e incluso endureció las penas de 7 miembros en retiro del Ejército por su responsabilidad en la desaparición y muerte de 23 colaboradores del expresidente Salvador Allende.
Han pasado cincuenta años de la violencia desatada por el golpe de Estado y la dictadura. Ha sido un camino excesivamente largo, pero nada hubiese sido posible sin la convicción, el coraje y la generosidad de mujeres como la profesora María Eugenia Horvitz.
Núcleo de Estudios de Historia Reciente, memoria y Derechos Humanos en el Cono Sur
Facultad de Filosofía y Humanidades