La Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile ha venido desarrollando un marco de trabajo desde el cual ampliar y mejorar las habilidades de la comunidad en la resolución alternativa de conflictos desde una perspectiva restaurativa. Estos esfuerzos se orientarán, en un futuro próximo, a la creación de una unidad local especializada que se coordinará con la que se está configurando a nivel central.
El decano Raúl Villarroel Soto releva la importancia de la “participación activa y el compromiso de miembros de la Facultad de Filosofía y Humanidades en este encuentro, pues contribuye al cumplimiento de los fines superiores y al bienestar de quienes hacemos parte de esta comunidad. Destaco que nuestra comunidad se esfuerce por participar de una actividad en la que se aprende y fomenta el diálogo simétrico y respetuoso entre las personas, que es una condición indispensable para la sustentabilidad socioemocional de instituciones como la nuestra, que busca siempre resolver sus diferencias a través de la argumentación fundada y con absoluta exclusión de toda forma material o simbólica de violencia y procurando alcanzar acuerdos comunicativos entre quienes la integran”.
Romina Pistacchio Hernández, directora Género y Diversidades Sexuales, señala que esta iniciativa “es parte de un proceso que se enmarca en el de acreditación del Sello Genera Igualdad y que, estamos intencionando, se configure como uno participativo. Por eso es “lento pero seguro” y “real”, pues necesita, para legitimarse, recoger y acoger las experiencias y aspiraciones de todos los mundos que conviven en nuestra Facultad. Este proceso se ha ido construyendo a partir de jornadas de formación y sensibilización que ya hemos realizado y otras que vendrán, así como de la participación activa de nuestra Dirección en la revisión de mallas curriculares y un proceso de afinamiento de los flujos en la implementación de protocolos de convivencia, todas estas acciones que apuntan a la consecución de un gran objetivo: entregar herramientas de diálogo a la comunidad, y sobre todo, a la transversalización de género en todos los ámbitos de nuestra vida como Facultad”.
Por su parte, Consuelo Sepúlveda Ruiz, directora (s) de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, destaca que “esta experiencia nos permite aproximarnos a formas alternativas de resolución de conflictos, en las que el diálogo es fundamental para una sociedad que instala la violencia como el lenguaje para resolver las diferencias, o bien la dependencia hacia una institucionalidad que decide por nosotres, cuando precisamente lo que nos hace falta es la capacidad de agenciar, de dialogar y resolver por nosotres mismes nuestros desencuentros, como lo es la invitación que nos hace este enfoque restaurativo”.
Herramientas para el diálogo
El Centro Nansen para la Paz y el Diálogo plantea una forma de comunicación que ofrece tiempo y espacio para que las personas puedan mostrar y escuchar la complejidad de sus respectivas realidades. En situaciones de conflicto, no es fácil escuchar a quienes tienen posturas diferentes, sin embargo, a través de la práctica de ciertas herramientas y estrategias de las que provee este encuentro, permite ir recuperando las confianzas y disminuir las distancias de nuestras legítimas diferencias.
En este sentido, el diálogo es un elemento fundamental para la democracia, ya que desde este enfoque se puede aprender a dialogar, discutir y debatir con herramientas y prácticas de escucha activa, voluntad y, preparando y disponiendo espacios cuidados para hacerlo.
Recientemente la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés Alessandri, participó junto a siete instituciones de Educación Superior chilenas en un encuentro en Noruega, organizado por el Centro Nansen, sobre estrategias que promueven la cultura del diálogo y que tienen como objetivo profundizar la educación para la democracia y los derechos humanos.
“El acercamiento al Centro Nansen para la Paz y el Diálogo y a otras instituciones noruegas abocadas a la educación para la democracia ha sido muy importante para la Universidad de Chile. Nuestro compromiso con profundizar la educación para la democracia y los derechos humanos tiene mucho que aprender de las iniciativas que en las últimas décadas se han desarrollado en ese país, con un espíritu marcadamente colaborativo”, relató la rectora Devés en la nota que publicó uchile.cl y que puedes leer completa aquí.