Prof. Gabriel Salazar: La U. de Chile debe ser el centro pensante del Estado

G. Salazar: La U. de Chile debe ser el centro pensante del Estado

Como un trabajo tremendamente crítico que no sólo es un aporte a la historiografía, sino que al debate político actual fue presentado el último libro del Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar, en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile.

La encargada de presidir el evento realizado el pasado viernes 4 de diciembre fue la Directora del Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Profesora María Eugenia Horvitz, quien reconoció en el Profesor Salazar a uno de los más eminentes historiadores del Departamento que ella dirige, destacando que la presentación de su libro "es la demostración de la gran creatividad de nuestros académicos y, en este caso, es una contribución urgente a un debate público".

Posteriormente, el historiador Mario Garcés se refirió al texto de Gabriel Salazar a nombre del Comité Editorial de LOM Ediciones -entidad a cargo de la edición del libro- , definiéndolo como un trabajo "radicalmente crítico del sistema político chileno, de las formas que ha tomado en Estado y, particularmente, de las coyunturas constitucionales". Asimismo, señaló que estamos frente a un libro fuertemente polémico y complejo, en el que podemos encontrar claramente un punto de vista y una interpretación.

Estado y Sociedad Civil

Otro de los puntos que destacó Garcés es que el libro "Del poder constituyente de asalariados e intelectuales (Chile, siglos XX y XXI)" representa una mirada original sobre la construcción del Estado y la sociedad civil en Chile, ya que "se trata de una obra reflexiva que pone el acento en la sociedad más que en el Estado. Que mira al Estado desde la sociedad". De este modo, el autor es implacable al juzgar el pasado histórico chileno, peleando con la tradición y con los clásicos puntos de vista de la historia.

Así, para Garcés el hilo conductor del libro es la indagación sobre el poder constituyente de los ciudadanos y los límites que ha impuesto el Estado, entendiendo que "el verdadero hogar de la historia no es el Estado, es la sociedad civil".

Desarrollo político en Chile

Por su parte, el Dr. Carlos Huneeus fue el encargado de referirse sobre el lado político del libro del Premio Nacional de Historia 2006. De este modo, el cientista político afirmó que el libro del Profesor Salazar le pareció "extremadamente interesante" ya que los tres capítulos que lo componen aportan a la historiografía, al debate político y a la memoria.

Destacó que el trabajo de Gabriel Salazar, en una primera instancia, proporciona información para entender los cambios del desarrollo político chileno de los años '20, describiendo iniciativas de organización ciudadana y tipificando a los intelectuales que han participado en diversos procesos políticos y sociales.

Al decir de Carlos Huneuus, a ratos, algunas partes del libro "son como iras", donde el Profesor Salazar reconoce que hay situaciones que "no dan para más", como por ejemplo el tema de la desigualdad social y económica.

El poder constituyente

La preocupación por el estudio del poder constituyente de las asambleas y de la soberanía popular es un tema que el Profesor Gabriel Salazar ha trabajado desde mediados de los años ´80.

Es así como para finalizar la presentación del libro, el académico del Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades, explicó a los presentes que la publicación es un resumen del trabajo que ha realizado por más de 20 años a través de artículos que, en esta ocasión, reeditó y amplió para incluir en su nuevo libro.

De este modo, más que hablar del texto en sí, el historiador agregó algunas reflexiones en torno a los problemas que se aluden en los textos de su nuevo trabajo, las que dicen relación con los inicios del poder popular en Chile, el que surge desde los pobladores como algo inédito que se consolidó a fines de los '60.

El rol de la U. de Chile como centro pensante del Estado

Es así como el académico de la Universidad de Chile señaló que si efectivamente tuviéramos el conocimiento preciso de la realidad social, económica y política de los actores que están en juego -tanto los ricos como los pobres- podríamos precisar con mayor certeza hacia dónde vamos a ir.

Es por eso que puso énfasis en la necesidad de estudiar temas "álgidos" desde la Universidad, entendiendo lo difícil que se torna aquello debido a la falta de financiamiento para investigar temas delicados en nuestro país. De hecho, al decir del Profesor Salazar "la única producción universitaria que sí recoge estos problemas reales son las tesis de licenciatura, de magíster y doctorado... ahí uno puede encontrar investigaciones realmente álgidas".

Además, lamentó que en la actualidad la Universidad ya no sea el "centro pensante del Estado", ya que este último no aprovecha todo el potencial investigativo de esta institución como un brazo estratégico para el país. Sostuvo que antiguamente la relación entre la Casa de Bello y el Estado era mucho más estrecha en términos académicos e investigativos, pero ahora todo eso se perdió y debiera recuperarse.

Un problema de memoria

Finalmente, el Premio Nacional de Historia 2006 mencionó que en el libro sugiere poner atención a un nuevo paradigma que ha surgido, espontáneamente, en las bases populares. Se trata "de un paradigma cognitivo que no se basa en los libros, se basa en la memoria (...) una memoria que fue partida en dos con el golpe de Estado y el terrorismo de Estado, generando una memoria que quedó bajo sospecha". Es por eso que podríamos hablar de una "memoria fracturada" que por un lado está bajo sospecha y, por otro, sería una memoria nueva, sana, casi sin pasado.

Así, el autor de "Del poder constituyente de asalariados e intelectuales (Chile, siglos XX y XXI)" sostiene que, con todo lo anterior, "estamos viviendo una época cultural en donde el presente importa más que el pasado, y el presente se amarra al futuro. Y sobre esa base se han tejido las nuevas relaciones sociales".

De este modo, surge la necesidad de cambiar el sistema de educación para enfrentarse a estas nuevas memorias, que piensan distinto y tienen otros objetivos. Esto, con el fin de levantar a los ciudadanos para que puedan recuperar su soberanía y puedan trascender al Estado, que de tanto globalizarse "se ahueca y pierde su densidad nacionalista".

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