El Dr. Luis Risco, Director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria, aborda desde su experiencia disciplinar el proceso mental "sub sole" que espera a los mineros de ahora en adelante, y también nuestro comportamiento como una sociedad nacional púber, "listos para festejar de Arica hasta la Antártica".
O catarsis o hipomanía
Respecto del proceso psicológico de los mineros, el doctor Risco explica que "la mente de quienes han estado sometidos a un estrés bastante intenso y permanente genera mecanismos de adaptación o defensa, que en estos casos son más bien de represión. No se contactan con la angustia, tristeza o sensación de abandono y de soledad que son lógicos en estas situaciones. Así, tienen esos sentimientos pero no se dan cuenta de ello, e incluso se pueden instalar algunas defensas llamadas hipomanías, por lo que se sienten muy bien, eufóricos, como cuando vimos a los mineros cantando el Himno Nacional, dándonos ánimo a nosotros".
Y lo que puede suceder en estos casos, cuando las personas son rescatadas, son una de dos situaciones, añade. "La primera, es que cuando el ser humano se siente "con permiso" para conectarse con todos los sentimientos, ocurra la abreacción o catarsis, y la reacción puede ser de llanto, de profundo quiebre". La otra, agrega, "es que cuando una emoción se instala muy intensamente en la mente humana, empieza a autoperpetuarse, como una respuesta postraumática. Entonces, esas personas mantienen la tranquilidad, pero posteriormente van a presentar síntomas como sueños terroríficos relacionados con el evento, o caer en un estado hiperalerta a estímulos relacionados con el suceso o, si eso se mantiene, pueden llegar a un embotamiento emocional, con síntomas de apagamiento".
El remedio lo tenemos que dar todos
Las formas de tratamiento, explica el doctor Risco, pueden tomar dos vías: "una más bien sicoterapéutica y sicológica, en la cual se utilizan técnicas que están orientadas a procesar el impacto emocionalmente, mediante la catarsis y la contención. La otra, probando diversos esquemas farmacológicos, con ciertos antidepresivos, tranquilizantes inespecíficos como las benzodiazepinas, u otros medicamentos, ya que se ha demostrado que algunos compuestos que se utilizan en cardiología son útiles para reducir la presión arterial".
Pero, sin duda, sentencia que lo más importante será cómo nos comportaremos como sociedad. "Porque con el acoso mediático que ciertamente van a enfrentar, no van a poder vivir normal, fisiológicamente y en privado las emociones que debieran. Lo óptimo sería que pudiéramos acompañarlos en la sensación de gratitud y de recogimiento, que podría hacer que esta experiencia tan dura se incorpore al yo como algo creativo. Pero la sociedad chilena, adolescente temprana, está preparando una gran fiesta con globos y serpentinas en la que participaremos todos. Así, será imposible que tengan la experiencia emocional que corresponde al haberse salvado de un destino trágico".