Estimada comunidad de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile:
Como equipo de Decanato, les damos nuestra más cordial bienvenida a la reanudación de las actividades de la Facultad en este 2020.
Vivimos tiempos de cambio, con las incertidumbres y temores que siempre trae lo nuevo, pero también con la esperanza y el optimismo de que seremos capaces de construir un país y una sociedad mejores, más justos e inclusivos.
En tiempos de transformación, la Universidad y cada una de sus unidades académicas están llamadas a pensar el futuro y reflexionar profundamente sobre su quehacer. En este proceso, son fundamentales el diálogo y la participación de quienes integran la comunidad universitaria: académicos/as, estudiantes y funcionarios/as.
Iniciamos este año en un nuevo edificio que cumple con mejores condiciones para el desarrollo de nuestro trabajo. Espacios que dignifican la educación pública y que nos permiten dejar atrás una condición de hacinamiento y marginación para empezar a habitar un lugar verdaderamente común. Se marca con ello el fin de un largo proceso de peregrinaje de nuestra Facultad por distintos espacios urbanos precarios, signo del lugar de exclusión de las humanidades y del pensamiento crítico en nuestra sociedad.
La mudanza a este espacio nuevo y estimulante ocurre, como lo señalábamos en un comienzo, en una situación social y política llena de oportunidades, pero también de dificultades y de probables conflictos. No podemos soslayar que prevemos un año difícil, como lo fue el segundo semestre pasado, especialmente luego del 18 de octubre de 2019.
Las actividades del año que comienza se guiarán por principios fundamentales de la Universidad: la democracia, el pluralismo, la autonomía, el respeto a los derechos humanos, la tolerancia, la calidad y rigurosidad en la investigación y el estudio, el compromiso con Chile y su pueblo, y el respeto por la libertad de conciencia y expresión de todos/as quienes integran la Facultad.
Como decanato, estamos comprometidos con un análisis crítico del modelo del país y de la Universidad en un momento en que se abren caminos para la construcción de una sociedad más exigente en lo que respecta a la igualdad y el respeto por cada uno/a de sus integrantes. En este sentido, pensamos que la Facultad debe estar presente y aportar, desde las disciplinas humanísticas y desde la formación ciudadana, al proceso constituyente que se ha abierto en el país y que ofrece la oportunidad de construir una Constitución que exprese de modo genuino un marco institucional compartido.
Iniciamos este nuevo año académico preguntándonos por el futuro de nuestro quehacer académico y el de la Universidad: cómo podemos hacer universidad en tiempos de cambio; qué significa hoy la docencia; cómo investigamos y qué lugar tiene el conocimiento; de qué forma entendemos la extensión y el vínculo de nuestra comunidad con la sociedad y el Estado. Aunque no tenemos las respuestas precisas a estas preguntas, estamos conscientes de que debemos explorar nuevas formas de ser y hacer universidad.
Pocas veces, como esta, el concepto de comunidad muestra todo su valor y sentido. Lo que debemos construir es nuevo y para ello requerimos de mucho diálogo y de la capacidad de entender una sociedad que ha cambiado y que se hace nuevas preguntas. Es nuestra obligación contribuir, desde las disciplinas humanísticas, a las respuestas que busca el país.
Reiteramos nuestra bienvenida a toda la comunidad, a quienes se integran este año a ella y a quienes ya llevamos tiempo aquí. Nos espera un desafiante año académico 2020, que exigirá de cada uno de nosotros y nosotras un decidido y generoso compromiso universitario y ciudadano.
Equipo Decanato.