El foro “La educación pública en la nueva Constitución”, organizado por la dirección de Extensión y Comunicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades, tuvo como objetivo crear una instancia de discusión pública de los diagnósticos y propuestas para una educación pública. El encuentro contó con la participación del rector de la U. de Chile, Prof. Ennio Vivaldi, la vicepresidenta del Senado Universitario, Prof. Verónica Figueroa Huencho; el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, Prof. Carlos Ruiz Schneider, y el director de Extensión y Comunicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, Prof. Ernesto Águila.
El rector Ennio Vivaldi celebró la instancia y destacó la importancia de generar espacios en los que desplegar el rol de la Universidad de Chile en la discusión sobre la Educación Pública. "Saludamos a quienes como Facultad de Filosofía y Humanidades han estado en la defensa de valores que hoy esperamos vuelvan a flamear como nunca deberieron dejar de hacerlo. A quienes han defendido la educación pública y han mantenido en alto los valores de formación de ciudadanía en nuestra educación. Eso hay que agradecerlo más que nunca".
Explicó que es necesario abordar qué entendemos como educación pública, tanto a nivel de ciencia y la tecnología, desde donde propone abordar ampliamente la discusión del modelo extractivista y el paso a una sociedad del conocimiento, hasta la formación de ciudadanía, donde se hace central pensar resituar el lugar de las Artes y las Humanidades en la sociedad. ç
La vicepresidenta del Senado Universitario, Prof. Verónica Figueroa Huencho, destacó la posibilidad de pensar en la educación pública con este carácter inédito: con una Convención Constitucional cien por ciento elegida, con paridad de género y por primera vez con la participación de pueblos indígenas.
El derecho a la educación, señala, debe quedar redactado de tal manera que no quede fuera ninguna de estas dimensiones y que si cualquiera de ellas no se realiza se estaría infringiendo el derecho a la educación. “Pensar la educación como parte de un todo, de la necesidad de incorporar la perspectiva de género y la plurinacionalidad como elementos transversales”.
El decano, Prof. Carlos Ruiz Schneider, desde su rol como investigador en temas de educación y neoliberalismo, apuntó revisar as ideas neoliberales presentes en la transición chilena, durante la cual “se cambió un poco la orientación, pero sin tocar los puntos centrales”. En este período, explicó, resurge un proyecto de Estado, pero que coexiste con estas ideas, en una función de evaluador: “Ya no rema, sino que actúa como timón”.
Desde su perspectiva es importante concebir a la educación como un derecho social de ciudadanía en relación coon ideas como bien común, solidaridad, fraternidad, e igualdad. Explica que la educación de la niñez tiene relación directa con la ciudadanía y que el derecho a la educación es un genuino derecho social de ciudadanía, ya que tiene que ver con la formación de la ciudadanía futura. Es por ello que, desde esta perspectiva, debe ser gratuita y obligatoria, así como ser considerada como un derecho personal y un deber del Estado.
Para el doctor en Educación, Prof. Ernesto Águila, el resultado del plebiscito abrió un período trascendente para la educación pública por lo que es necesario discutir temas como la restitución del rol del Estado y su especial preocupación por la educación que estuvo presente en las constituciones de 1833 y 1925. Agrega que es necesario ir más allá y plantearse qué educación pública, qué Estado, con qué características y en qué relación con las comunidades.
En el escenario actual es necesario poner en tensión medidas como la municipalización e ideas como la libertad de elección, concebida como un modo de satisfacer, mercado mediante, ideas neoliberales. En este mismo ámbito relevar el rol de niñas, niños, profesoras y profesores ante la primacía de la elección de padres y madres.
“Han cambiado suficientes cosas en Chile para pensar en un pacto que nazca desde abajo, en el cual tendrán que participar una parte de las élites, pero que sea, efectivamente un proyecto de educación pública, expresado en la Constitución, que emane de la soberanía constituyente, de las sociedades y del pueblo chileno”.