La jornada fue inaugurada por Soledad Chávez Fajardo, directora del Departamento de Lingüística de la Universidad de Chile y organizadora del encuentro, quien subrayó la importancia de situar la discusión en un marco académico y reflexivo.“Esta conmemoración no es un ejercicio nostálgico: es un espacio para pensar críticamente, para volver sobre nuestra tradición literaria y examinarla desde los desafíos del presente”, señaló.
Tras su bienvenida, tomó la palabra el decano Raúl Villarroel Soto, quien destacó que ambos libros permiten comprender dos dimensiones esenciales del humanismo: la introspección subjetiva y la conciencia histórica.

“Residencia en la Tierra nos recuerda la fragilidad; Canto General, la fuerza de lo colectivo. Conmemorar ambas obras es renovar nuestro compromiso con un humanismo que cuestiona, ilumina y nunca deja de interpelar al poder”, afirmó. El decano agregó que la obra nerudiana muestra un tránsito fundamental: “En Neruda vemos el tránsito del yo angustiado al nosotros solidario: un arco que sigue siendo imprescindible para comprender la tarea pública de las humanidades”.
Posteriormente, el presidente de la Fundación Pablo Neruda, Álvaro Insunza, ofreció un saludo en el que valoró la alianza entre la Fundación y la Universidad de Chile, destacando la necesidad de abrir espacios de lectura crítica y memoria cultural.

La actividad continuó con la Mesa Redonda “Lecturas críticas”, integrada por Darío Osses (Fundación Pablo Neruda), Kemy Oyarzún (Premio Amanda Labarca, Universidad de Chile), Javier Bello (académico del Departamento de Literatura de la U. de Chile) y Magda Sepúlveda (Pontificia Universidad Católica de Chile). Las intervenciones abordaron la obra nerudiana desde distintos ángulos, cruzando debates sobre recepción, género, clase, subjetividad, política y memoria.
Desde una mirada feminista interseccional, Kemy Oyarzún profundizó en los debates actuales sobre género y poder en torno a la figura del poeta. “La recepción es un acto de poder: cada época reescribe lo que lee. Por eso es indispensable abrir este debate desde el feminismo crítico, sin silencios y sin simplificaciones”, expresó. En su lectura de Residencia en la Tierra, Oyarzún propuso entender al sujeto nerudiano como un yo tensionado y múltiple: “La subjetividad de Residencia es una polea en movimiento: un yo fracturado que nos habla de los sometimientos y posibilidades del sujeto en la modernidad”.

Luego, Darío Osses revisó la larga tradición del antinerudismo y las polémicas que han acompañado la recepción pública del poeta. “La lectura crítica exige contexto. Las acusaciones simplificadas no solo empobrecen la obra, sino que también borran la complejidad histórica de un poeta que siempre estuvo en disputa”, sostuvo. Asimismo, Osses enfatizó la necesidad de reabrir la discusión desde la lectura y la reescritura: “La recepción de Neruda es un campo de tensiones: entenderlo implica mirar más allá del gesto literal y recuperar el espesor interpretativo de la poesía”.
A continuación Javier Bello, poeta y académico del Departamento de Literatura, abordó la figura de Neruda desde la complejidad del sujeto poético. “Neruda no es solo el poeta épico del continente: también es la figura dubitativa, vulnerable, que se interroga a sí misma en medio de la historia”, afirmó. Bello también destacó las dimensiones sociales y de clase presentes en la recepción del poeta: “La disputa por Neruda es también una disputa por la clase y por la cultura: su irrupción cambió para siempre el mapa literario de Chile”.
Finalmente, Magda Sepúlveda centró su intervención en las materialidades poéticas e identitarias presentes en ambas obras, destacando su relevancia para los debates contemporáneos sobre interculturalidad y memoria. “Canto General imagina un continente plural: convoca identidades, memorias y materialidades que hoy siguen siendo urgentes para pensar América Latina”, señaló. Para Sepúlveda, la obra nerudiana sigue siendo un espacio crítico abierto: “La obra de Neruda es un laboratorio donde se tensionan la historia, la representación y las formas de habitar la tierra”.
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La mesa concluyó enfatizando que la conmemoración de estos dos hitos nerudianos no busca clausurar debates, sino abrirlos: reactivar las preguntas, volver a los textos y permitir que nuevas lecturas emerjan desde distintas generaciones, disciplinas y sensibilidades.
La actividad finalizó con una lectura de poesía a cargo de Javier Bello, Alejandra del Río y Ameluz Anallimlap.

