La propuesta contempla investigación de archivo, entrevistas de historia oral -en las que participará el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos–, trabajo interdisciplinario y actividades participativas junto a comunidades locales y organizaciones vecinales y deportivas. El proyecto culminará con la elaboración de un libro, la creación de una ruta patrimonial con “baldosas de memoria” -a cargo de estudiantes de la escuela Leonardo Da Vinci-, y acciones educativas destinadas a fortalecer el arraigo y la identidad territorial.
Para la académica responsable del proyecto, Carla Peñaloza Palma, esta investigación nace desde una articulación genuina entre la Universidad y ex estudiantes de la licenciatura en Historia hoy insertas en el trabajo comunitario, lo que le otorga a este proyecto un profundo lazo con el espíritu del Fondo Valentín Letelier. “Quien me busca es Fernanda Plaza, ex estudiante de la Facultad que hoy trabaja en Cerro Navia y que conocía mi línea de investigación sobre la participación política de las mujeres y el MEMCH”, señala.
El hallazgo de las actas originales de la población —registradas desde 1949— abrió una puerta inédita a un territorio cuyo origen estuvo profundamente ligado al activismo femenino y popular, así como vinculado a las figuras de Elena Caffarena y Olga Poblete quienes tuvieron un rol activo en el desarrollo de la cooperativa de vivienda y la población. “Lo increíble es que esta es una población fundada por pobladoras y por integrantes del movimiento por la emancipación de la mujer. Surge al alero de las movilizaciones por el sufragio y existe hasta hoy con ese nombre”, destaca la profesora Peñaloza.
La iniciativa se articula a través de un equipo interdisciplinario que integra historia, sociología, diseño y urbanismo, además de estudiantes de pregrado. “Fue una conjunción de experiencias y saberes. El proyecto se sostiene sobre un trabajo colaborativo dentro y fuera de la Universidad”, destaca.
El equipo está compuesto por Silvia Lamadrid, académica de la Facultad de Ciencias Sociales; Lorna Lares, académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Iván Páez, funcionario de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Daniella Huenchunao, estudiante Facultad de Derecho; Martín Mardones, egresado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo; Byron Oróstica, egresado de la Facultad de Comunicación e Imagen; Fernanda Plaza, egresada de la licenciatura en Historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Camila Cuevas, Valentina Castro, Katherine Roco y Catalina Araya, licenciadas en Historia y actualmente estudiantes del Departamento de Estudios Pedagógicos.
Memorias para el futuro: archivo, oralidad y participación comunitaria
El proyecto contempla entrevistas, talleres, recorridos patrimoniales y la elaboración de un libro que reunirá investigación histórica y testimonios de sus habitantes.
Según la profesora Peñaloza, la publicación tiene un propósito doble. “La idea es hacer un libro sobre la historia de la población que resulte de una investigación con sus habitantes actuales. No solo participamos quienes venimos de la Universidad, sino también quienes viven allí y quienes trabajan en el municipio”.
La ruta patrimonial —compuesta por 12 hitos territoriales— será creada colectivamente y marcada mediante baldosas pintadas por estudiantes de la escuela pública del sector, fortaleciendo el vínculo intergeneracional y el acceso comunitario a la memoria.
En este marco, uno de los ejes más potentes del proyecto es la recuperación de las memorias de mujeres populares y su rol histórico en la construcción de derechos en Chile. Peñaloza enfatiza, en este sentido, que estas trayectorias han sido sistemáticamente invisibilizadas. “Se instala la idea de que las mujeres ocuparon espacios públicos recientemente, pero su participación, sobre todo la de mujeres populares, tiene una larguísima historia. Fue la única vía para conquistar derechos”.
En este plano, agrega que estas luchas no pueden entenderse como hechos aislados o regalos institucionales. “La lucha por el sufragio no fue solo de élites. Y los derechos sexuales y reproductivos tampoco son recientes: sus demandas vienen de los años 30. Son conquistas que tardaron muchísimo tiempo y que hoy incluso pueden verse amenazadas”.
Es así como para Carla Peñaloza rescatar estas experiencias es una responsabilidad ética y política. “Es importante saber de dónde vienen estos derechos, porque no fueron un regalo. Se construyeron con organización, participación y acción colectiva. Las mujeres de sectores populares fueron protagonistas, aunque sus historias sean más anónimas”, advierte.
El proyecto tiene como objetivo profundizar el vínculo de la Universidad de Chile con territorios históricamente marginados, en una línea coherente con el Estatuto Universitario y con la Política de Extensión y Vinculación con el Medio. Además, contribuye a cumplir objetivos del PLADECO 2023-2030 de Cerro Navia, que reconoce la importancia del patrimonio local y de la participación comunitaria.
Con la creación de la ruta patrimonial, los talleres intergeneracionales y la recuperación de archivo, la iniciativa busca transformar la memoria en un recurso vivo, accesible y generador de identidad.
