El Rector Víctor Pérez Vera sostiene en esta entrevista que la iniciativa que implicará un importante aporte del Gobierno de Chile vía convenio de desempeño para revitalizar las disciplinas del Campus Juan Gómez Millas, puede considerarse como un avance en la dirección correcta para llegar a instalar un nuevo trato con el estado, pero en ningún caso como parte de él. "Un nuevo trato es algo distinto, significa que el estado y las universidades públicas concuerden acerca de cuál es el rol y responsabilidad social, intelectual, cultural, científica, tecnológica, artística, y humanística que ellas tienen, y los compromisos que el estado y las universidades públicas asumen para hacer esto posible", sostiene.
¿El aporte del Mineduc al Campus Juan Gómez Millas vía convenio de desempeño, puede considerarse parte del nuevo trato del estado con las universidades públicas?
El Mineduc está poniendo en práctica la decisión de la Presidenta Bachelet de asignar 25 mil millones de pesos para la revitalización de las Humanidades, las Artes, y las Ciencias Sociales, y una cifra similar para el mismo objetivo al resto de las universidades estatales. Y esto la Presidenta lo ha planteado en la modalidad de un convenio de desempeño. Qué tiene que ver esto con nuevo trato, yo diría que en estricto rigor no tiene nada que ver, porque para nosotros un nuevo trato significa que el estado, las universidades públicas en general y la Universidad de Chile en particular, concuerdan respecto a cuál es el rol y responsabilidad social, intelectual, cultural, científica, tecnológica, artística y humanística que ellas tienen, y sobre cuáles son los compromisos que el estado y las universidades públicas deben asumir para garantizar que el desarrollo de estas instituciones se lleve a cabo con el nivel de calidad y equidad que el país espera de ellas. El que la Presidenta haya hecho este anuncio de apoyo y que se firme este convenio, da esperanzas de que están dadas las condiciones políticas para comenzar a conversar un nuevo trato entre el estado y sus universidades.
¿Qué va a hacer la rectoría para seguir demandando del estado un nuevo trato?
Creo que en este momento nuestros afanes están en llevar a buen puerto este convenio, y que se empiece a trabajar tanto en lo que es desarrollo académico como desarrollo de infraestructura en el Campus Juan Gómez Millas. No hay que olvidar que esta iniciativa Bicentenario representa la primera vez en los últimos 30 o 40 años que la Universidad de Chile logra un apoyo gubernamental de esta magnitud, y esto nos ha tomado cerca de dos años. Pienso que eso tiene que dar paso a una segunda etapa en la cual empecemos a conversar tanto a nivel del poder ejecutivo como legislativo, respecto a ir generando las condiciones para avanzar en el nuevo trato. Y ahí estamos totalmente comprometidos.
¿Qué condiciones tendrían que darse para que pudiéramos hablar de nuevo trato?
Parto de la base que llegar a un nuevo trato va a significar entre otras cosas definir cuáles serán los aportes basales que las universidades estatales y la Chile en particular debieran recibir, y a qué nos comprometemos. Yo esperaría que en un nuevo trato con el estado, el Aporte Fiscal Directo que hoy día recibe la Universidad de Chile sea sustancialmente incrementado. Y por supuesto, contra ese aumento sustancial del AFD, la Universidad va a tener que decir cuáles son los niveles de calidad y equidad que va desarrollar con esos recursos en su actividad académica, docente, de extensión, con el debido respeto a nuestra autonomía académica.
¿Hay un cronograma de trabajo para el nuevo trato?
Creo que están dadas las condiciones para iniciar este trabajo. Una cosa es lo que nosotros planteamos y hemos venido planteando al gobierno, y otra es el escenario que se abre ahora que la Presidenta tiene el documento del Consejo Asesor Presidencial en el que se habla de la atención preferente del estado a sus universidades. Con eso creo que está dado el punto de partida para que en los próximos meses se empiecen a constituir los grupos de trabajo en este sentido.
En la comunidad han surgido dudas sobre la posibilidad de que los 25 mil millones que va a entregar el ministerio podrían descontarse el Aporte Fiscal Directo.
Por ningún motivo. Ni tampoco del AFI. Eso nunca ha estado en las conversaciones, nunca ha estado en nuestra mente ni tampoco lo vamos a aceptar. Eso lo tenemos que tener bastante claro. Hay cosas en las que uno puede conversar y ser flexible, pero hay otras en las cuales simplemente la respuesta es no.
El convenio de desempeño con el Mineduc exige una contraparte de la Universidad. ¿Cómo se comprometerá la Universidad en el financiamiento de esta contraparte?
Las contrapartes son la forma en que la Universidad hace un esfuerzo interno para llevar a cabo un proyecto académico y de infraestructura de una magnitud mayor de lo que es posible de hacer con los recursos que recibimos de este convenio. Esto se ha estado conversando con los decanos, la directora del ICEI y las autoridades de la Universidad, para ver cuáles son las contrapartes que nosotros podemos entregar. Eso significa hacer esfuerzos internos y hacer más eficiente nuestro quehacer, pero en ningún momento esos esfuerzos van a significar deterioros de lo que hoy día estamos haciendo. Estoy de acuerdo en que pongamos contraparte para tener un proyecto de mayor alcance, pero estoy convencido de que el ministerio nunca nos va a exigir algo que afecte nuestra convivencia interna y nuestra autonomía académica ni nuestro quehacer.
Pero ya se habló de 33 mil millones.
Había una idea de 33 mil millones de contraparte pero eso fue bajo un conjunto de supuestos. Uno de ellos era, por ejemplo, que íbamos a tener estacionamientos subterráneos concesionados, lo que no ha sido bien acogido por la comunidad y que es algo que lamento, pero bueno, habrá que sacarlos, y eso va disminuyendo la cifra. Las unidades están viendo qué tipo de aporte pueden entregar, y a nivel central, como Universidad, nosotros también hemos pensado en un aporte de 5.500 millones de pesos en diez años, pero eso es algo que tiene que ser definido y sancionado por nuestras instancias de gobierno. En este momento estamos explorando las opciones en una negociación con el Mineduc, no hay nada que esté comprometido ni firmado debajo de la mesa, aquí todo se esta haciendo arriba de la mesa. Las contrapartes van a ser aquellas en que sí estemos de acuerdo en que podemos comprometernos.
Las opciones de financiamiento para las contrapartes entonces serían…
Recursos de las unidades, recursos centrales y alguna reconversión de activos que la comunidad esté dispuesta a hacer a través de nuestras instancias de gobierno.
¿Cómo se decidirá la reconversión de activos?
Si se llegara a considerar, la decisión pasa por nuestras instancias de gobierno, vale decir, Consejo Universitario y Senado Universitario, además de las unidades involucradas, que por supuesto van a tener que participar de esta idea. Pero finalmente para que una propiedad de la Universidad de Chile sea vendida, debe existir un acuerdo del Consejo Universitario y ser ratificado por el Senado Universitario. No es una decisión que toma el Rector de manera unilateral o una comisión de manera local.
¿Qué pasa entonces con los plazos, si el acuerdo fue firmar el convenio con el gobierno el 15 de abril?
Bueno, así como las comisiones están trabajando todos los días y varias horas al día, perfectamente el Consejo Universitario y el Senado Universitario pueden ver este tema con la prontitud necesaria.
Los estudiantes han manifestado su preocupación ante la posibilidad de un alza de aranceles, a causa del endeudamiento de las facultades.
En ningún momento ha sido planteado eso. La política de aranceles no tiene nada que ver con este proyecto, ya sino que responde a la política que la Universidad vaya definiendo de manera global. Por eso, las contrapartes deben considerar aquellos recursos que la unidad puede comprometer sin afectar a largo plazo su actividad y sus niveles de calidad y de equidad.
Dentro del proyecto se considera un plazo de endeudamiento para las distintas facultades en la construcción de nuevas instalaciones, de alrededor de 10 años. El ICEI, que se adelantó en la construcción de un edificio debió asumir una deuda que lo tiene de manos atadas, con un plazo a cuatro años. ¿Se dará al Instituto la posibilidad de repactar esta deuda, con un plazo similar al de las otras unidades?
Eso ya lo conversamos con al Directora del ICEI y estamos de acuerdo en ampliar los plazos actuales. Las razones por las cuales se originó esta situación en el ICEI son conocidas. Nosotros hemos estado bastante abiertos a apoyar a las unidades en sus proyectos académicos de infraestructura a través de préstamos internos, pero también lo hemos hecho en el entendido de que esos créditos son pagados en el periodo en el cual yo soy rector, de modo de no afectar a las próximas autoridades, y mi periodo termina en el 2010. Sin embargo, ahora estamos en un nuevo escenario que tiene nuevos elementos. Y el principal es que nuestra capacidad de endeudamiento con la banca hoy día es distinta a la que teníamos hace un año atrás, gracias a los proyectos de infraestructura de las Facultades de Economía y Negocios, y de Ciencias Físicas y Matemáticas. Eso permite que las unidades del Campus Gómez Millas puedan acceder a préstamos internos a ser devueltos en 8 o 10 años, de modo de financiar sus contrapartes en este proyecto. Por lo tanto y dadas las nuevas condiciones, estamos en condiciones de redefinir el préstamo que se le dio al ICEI, lo cual significa darle una igualdad de trato.
Fotografía: Pablo Madariaga
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