En el Auditorio José Carrasco Tapia y frente a una gran cantidad de asistentes, el Profesor Naín Nómez presentó un extenso y preciso marco estructural de los cambios que ha sufrido la poesía desde 1973, momento en que cambiaron los temas, formas, relaciones y maneras de difundir el arte.
Nómez comenzó su ponencia dividiendo en etapas la época de la dictadura: del año 73 al 78, del 78 al 80 y del 82 al 88, donde las características de la época demarcaron aspectos transversales que cambiaron la producción cultural hecha hasta entonces, tales como la literatura creada desde el exilio, la fragmentación, la denuncia y la resistencia. Es aquí cuando "la autocensura hizo que se produjera su propia transformación", dice Nómez.
Uno de los tópicos expuestos por el académico de la Universidad de Santiago de Chile, fue el cómo la política protagonizó la segunda etapa donde la poesía se usó como arma de crítica y praxis, tiempo en que resaltaron escritores como Alfonso Alcalde, Jorge Teiller y Gonzalo Rojas. Además, es de suma importancia nombrar a Nicanor Parra, a los múltiples colectivos clandestinos y la aparición del chiste como recuperación literaria. Obras como "Áreas verdes" de Raúl Zurita y "Lobos y ovejas" de Manuel Acevedo, fueron unos de los títulos utilizados por el relator para ejemplificar esta época.
Asimismo, Nómez señaló que "resulta imposible recoger tanta poesía del momento", ya que los 70 y 80 fueron un tiempo muy rico en cuanto a creación artística, surgiendo, por ejemplo, muchas revistas como La Bicicleta que seguían una línea literaria.
Los 90´ y la incorporación de nuevos tópicos
Al llegar la democracia la poesía se extendió. Como afirma Naín Nómez: "el campo (poético) chileno se hizo más complicado aún", instaurando diferentes voces y desarrollando el arte en distintas direcciones, apareciendo figuras tan diversas como Redolés, quien juega con la ironía en la literatura.
Con todo, el crítico ve el contexto actual de la poesía chilena como una desfragmentación y desterritorialización, por lo que "resulta un panorama más complejo, con múltiples líneas, poetas extranjeros, mapuches y mujeres", por lo que señala que hoy "se vuelve muy difícil catastrar todas las plumas".