Sobre los efectos y las distorsiones creadas por los sistemas neoliberales debatieron en el marco de la IX Escuela Chile Francia "Estados del Neoliberalismo" Denis Kambouchner, filósofo, profesor de historia de filosofía moderna en el Departamento de Filosofía de la Universidad París 1 y miembro elegido del Consejo Nacional de Universidades de Francia; Emmanuel Wallon, Doctor en sociología, profesor de sociología política en Paris Ouest (Nanterre) y profesor invitado por el Centre d’études théâtrales de Louvain-la-Neuve (Bélgica); y Ernesto Águila, director del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile y Doctor en Educación de la Universidad de Barcelona.
En su ponencia “El neoliberalismo no es un humanismo”, Kambouchner se refirió a la desprotección en que hoy se encuentran los profesores, al control sobre la cultura, al valor de la eficacia bajo este sistema y a la cultura del multipropósito.
"El programa neoliberal implica transmisión de valores y no conoce más que un tipo de sujeto, el sujeto normado", explicó el filósofo.
Respecto a la situación del sistema educativo en su país, señaló que “en los problemas del sistema francés está el peso del sistema colonial que hoy se traduce en brechas sociales y culturales y en fenómenos que podríamos llamar de segregación”.
Para el filósofo francés hay salidas, pero ellas ocurrirán aunando esfuerzos desde la intelectualidad. “El día en que se produzca una unificación de las fuerzas intelectuales respecto a esto, quizás en ese momento seamos más efectivos en combatir la lógica neoliberal”.
La dominación neoliberal sobre el cuerpo docente
Ernesto Águila presentó la ponencia “El ‘cuerpo docente’ y el cuerpo de los docentes: consideraciones sobre el trabajo de los profesores bajo el neoliberalismo en Chile”, realizada en conjunto con la profesora Tania Báez.
En el texto revisaron las transformaciones vividas por el trabajo docente durante el periodo neoliberal de las últimas décadas, describiendo un conjunto de etapas, desde el golpe de Estado hasta nuestros días. Luego, explican cómo se instalan y afectan en el cuerpo de los docentes las políticas neoliberales, “el cuerpo y la enfermedad como la frontera biopolítica de la dominación neoliberal”.
“Quisiéramos destacar, al hilo del pensamiento de Foucault, que para entender el neoliberalismo, debemos considerar primeramente a este en su dimensión política, de dominación, de gubernamentalidad. Una forma de dominación que puede ir desde la violencia más extrema y cruel como se conoció en Chile bajo la dictadura hasta formas diversas de colonización de la subjetividad por la vía del mercado y de la privatización de lo público, pasando por estrategias más sofisticadas de control y vigilancia”, señalan Águila y Báez.
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De esta forma, identificaron procesos que van desde la introyección del terror y el miedo en el ‘cuerpo docente’, hasta las posteriores políticas de privatización y fragmentación desde su subjetividad, pasando por la insistencia bajo diversas formas y discursos de la condición “técnica” del trabajo docente.
A partir del año 1973 el profesorado vivió profundas transformaciones, desde la violenta represión a sus organizaciones, pasando por la reorganización de la educación chilena en el marco del Estado subsidiario hasta la profesionalización vigilada en la actualidad.
“Durante el neoliberalismo chileno el ‘cuerpo docente’ ha pasado por sucesivas fases, configurando una subjetividad históricamente particular y en ruptura con la subjetividad y el ‘cuerpo docente’ del periodo republicano y del Estado Docente. Un cuerpo empujado hacia su privatización, a una fuerte resignificación individual y competitiva de su trabajo; vigilado y disciplinado a través de los procesos de estandarización de la enseñanza y de los sucesivos exámenes”.
El agobio laboral y las enfermedades con mayor prevalencia en los docentes también han marcado la sobreexplotación de este “cuerpo”, en un contexto donde las horas lectivas llegan al 75%. Los académicos chilenos concluyen con un análisis sobre la enfermedad docente como malestar y resistencia.
“La pérdida de la voz de los profesores y profesoras chilenas constituye, sin duda, la enfermedad de mayor prevalencia. (…) En este sentido, el fin de la profesión docente puede ser en muchos casos individuales el silencio. El silencio como punto de llegada. Un silencio que recuerda también la pérdida de la voz colectiva de los docentes en esta sociedad”.
Escuela y Democracia
Emmanuel Wallon se refirió a las desigualdades y señaló que “reformar la escuela es una urgencia democrática”. Para el sociólogo, hoy es necesario “hacer de la escuela el lugar de la realización del ideal democrático”.
El sociólogo explicó que la educación popular está de regreso en Francia y esto se puede observar en el nuevo desarrollo de la educación continua. “Es una oportunidad para tomar en cuenta otras experiencias”.
“El rol que la escuela juega en el marco de la socialización, que reemplaza a otros cuerpos como la familia”, dijo Wallon.