El miércoles 7 de mayo se realizó la charla "Repensando las Comunidades Universitarias a través de la Justicia Restaurativa", dictada por Katia Ornelas Núñez. La actividad estuvo organizada por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, la Red de Justicia Restaurativa en Universidades Chilenas, la Universidad de O´Higgins, la Universidad Tecnológica Metropolitana y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Esta instancia marcó el inicio de un proceso institucional orientado a la creación de una Oficina de Mediación y Convivencia Universitaria en la Facultad de Filosofía y Humanidades, uno de los proyectos que comienza a consolidarse en el marco de la Semana de la Convivencia desde una Perspectiva Restaurativa.
El decano Raúl Villarroel Soto explicó que “la iniciativa comienza a materializar un proyecto en el que hemos puesto todo nuestro esfuerzo y que esperamos que prospere muy pronto: la creación de una Oficina de Mediación y Convivencia Universitaria, que ojalá esté completamente alineada con la iniciativa que está teniendo lugar en la propia Universidad de Chile”. Asimismo, profundiza que esta oficina proporcionaría mecanismos para responder a “los conflictos de la intersubjetividad que se hacen cada vez más numerosos".
A continuación, la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy Muñoz, agradeció la invitación y comentó que la justicia restaurativa “podría ser clave para aliviar los procesos que se tornan más complejos al profesionalizarse, pero sobre todo, para prevenirlos”. Así, casos que pasan años en investigación, podrían tener una medida alternativa o intervención, evitando el daño a la trayectoria universitaria de todas las personas implicadas.
En tanto, la coordinadora del Proyecto de la Oficina de Mediación y Convivencia, Consuelo Sepúlveda Ruiz, señaló que la Oficina de Mediación y Convivencia Universitaria “nace de la necesidad de contar con un espacio capaz de abordar las distintas situaciones de conflicto que se presentan en la comunidad, así como de la falta de instancias pertinentes, conocidas y reconocidas por la propia comunidad para tratar estos problemas”.
Uno de los motores de la actividad, enfatizó, fue la participación de la Red de Justicia Restaurativa de la Universidad de Chile, que acercó a la facultad “a un enfoque distinto: más comprensivo, más dialógico, que no es el único enfoque posible, pero sí una mirada que nos permite repensar estos contextos”.
La naturaleza colectiva de la justicia restaurativa
La abogada mexicana Katia Ornelas Nuñez, especialista en Justicia Restaurativa, Bienestar Biopsicosocial y Transformación de Conflictos, fue la encargada de abrir este espacio reflexivo. Explicó que la justicia restaurativa, que tiene una naturaleza colectiva, “no es una fórmula, pero al mismo tiempo es una de sus de sus ventajas. Trabaja a partir de principios y prácticas: la pedagogía, la filosofía, la ética restaurativa que podemos adecuar a las realidades y necesidades de cada universidad”.
La experta se mostró crítica ante las formas tradicionales de resolución de conflictos, advirtiendo que la implementación de la justicia restaurativa no debe ser un reemplazo de la lógica punitiva: “no puede aplicarse con la misma lógica de la sanción, de intervenir casos de forma aislada, sin considerar el contexto. Uno de los grandes desafíos es reflexionar sobre los cambios que deben hacerse en las dinámicas, los patrones, las instituciones y las normativas. Si se usa solo como sustituto de la sanción, se pierde gran parte del potencial que ofrece este paradigma”.
Finalmente, subrayó la necesidad de revisar los aprendizajes culturales asociados al castigo: “creo que uno de los legados pedagógicos del punitivismo en nuestras sociedades ha sido la intolerancia a la diferencia y la falta de habilidades para afrontar los conflictos. Como resultado, terminamos dañándonos entre nosotras y nosotros”.