Los “Cabildos filosóficos: creando comunidad de reflexión entre escuela y universidad en tiempos de crisis”, fueron posibles gracias al financiamiento del programa de Estímulo para proyectos académicos de estudiantes de postgrado de la Universidad de Chile, que es en este caso, apoyó al equipo de estudiantes de doctorado de la Facultad de Filosofía y Humanidades, encabezado por Rocío Ferrada e integrado también por Pablo Solari, Martín Cárdenas y Alejandro Veas.
La idea de estos cabildos fue aprovechar la coyuntura del proceso constituyente, para desarrollar instancias de reflexión filosófico-política sobre los tiempos de crisis, que sean contextualmente significativas y abiertas a una multiplicidad de perspectivas.
“Cuando presentamos el proyecto, se estaba iniciando el proceso constituyente. Nos pareció que la filosofía estaba muy presente en todas las discusiones y que, por ello, también podría invertirse el juego: hacer que la creación filosófica respondiera en parte al modelo de una deliberación y tensión propia de los espacios igualitarios de participación ciudadana. Nos pareció desafiante abrirnos a esta experimentación”, explican los integrantes del equipo ejecutor.
Estos encuentros, jugaron el rol de verdaderos laboratorios, capaces de reflexionar sobre la experiencia de crisis que marca el tiempo presente, sobre la base de categorías y conceptos de la filosofía en cuatro dimensiones: identidades, formas de la política, sentidos de futuro y desigualdades; cuya intención final es crear puentes entre Universidad, Escuela y ciudadanía, estableciendo comunidades de reflexión y fortaleciendo el cumplimiento de objetivos institucionales en establecimientos educativos.
Cada uno de los cuatro cabildos, en el que participaron principalmente estudiantes de Educación Media, contó con seis exposiciones, cuya finalidad era motivar una conversación sobre la dimensión abordada en la sesión. El equipo a cargo, creo plataformas web (grupo de Facebook y blog) y distribuyó materiales de lectura filosófica adecuada a los temas. Tanto las exposiciones, como una selección de los aportes surgidos de los debates, se recogieron en un libro digital que quedó liberado en la web.
Tal como sostienen los responsables del proyecto, “el principal impacto reside en la formación integral de todos los participantes de los cabildos filosóficos. Si la educación o formación es un proceso constante y permanente, la construcción de significados a través del diálogo supone un aporte para estudiantes de enseñanza media, pregrado, postgrado, docentes y encargados del proyecto, enriqueciendo experiencias de vida, educativas y académicas”.
Además, agregan, “se busca explorar relaciones entre experiencia y reflexión, para pensar quiénes somos y quiénes podemos ser en este escenario cambiante, que reconfigura los vínculos políticos, institucionales, sociales e íntimos”.
A la hora del balance, el equipo destaca la muy buena participación que finalmente consiguieron: “cada una de las sesiones contó con una alta y comprometida participación por parte de las comunidades educativas, tanto de la educación secundaria como de carreras de pregrado. Fue tan intenso el interés que el tiempo se hizo escaso para discutir y debatir todos los asuntos que iban emergiendo. Los estudiantes secundarios, acompañados por sus profesores de filosofía y nosotros, arriesgaron reflexiones filosóficas con toda la intensidad de sus sensibilidades, de su sentido del humor y de sus vivencias”.
Agregan que, “también los académicos del doctorado en filosofía que invitamos aportaron con intervenciones potentes y con una voz muy respetuosa, para dialogar con los demás participantes. Estamos contentos y tenemos la intención de continuar con el proyecto”, concluyen.