Después de reunirse con el presidente Gabriel Boric el jueves 28 de julio, Francia Márquez protagonizó el Encuentro Feminista Antirracista en la Casa Central de la Universidad de Chile, al que asistió la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana y la diputada del Partido Comunista, Karol Cariola, entre otras personalidades. La instancia fue organizada junto a colectivas de mujeres afro y patrocinada por el Centro de Estudios de Género y Cultura de la Universidad de Chile (CEGECAL), a la que asistió su Directora, Margarita Iglesias y otras profesoras del Centro.
En su discurso, la vicepresidenta electa, quien asumirá la conducción del gobierno colombiano junto a Gustavo Petro, afirmó que el principal desafío es lograr la paz para Colombia. Además, agradeció a Chile por acoger a sus hermanos y hermanas colombianas -la mayoría afrodescendientes-, quienes tienen muchos problemas para acceder a derechos básicos en nuestro país, tema que abordó en el encuentro que sostuvo horas antes con el presidente Gabriel Boric.
Colombia y Chile juntos en el camino para recuperar la paz
Ante una gran asistencia de público, Francia Márquez abordó la realidad política de su país, el que calificó como “quebrado por políticas económicas neoliberales y la violencia que históricamente ha afectado a los sectores más pobres” y añadió: “para mí fue muy doloroso ver en campaña a ver cómo la gente renunciaba a sus derechos económicos y sociales con el fin de vivir en paz. Nos decían que el Estado no nos de nada, pero que nos garantice la paz”. Ante eso, reafirmó su compromiso con el logro de la paz total y señaló que, en ese camino, Chile jugará un papel importante porque el presidente Boric ofreció a Chile “como sede para los diálogos de paz entre el Estado colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN)”.
Márquez destacó también los espacios de representación que las mujeres han ido alcanzando, como en su caso, que llegó a la vicepresidencia de su país, pero sostuvo que “no es suficiente si no entendemos que es un espacio sólo es un medio y no hay un fin. El fin es lograr las transformaciones. Con que Francia Márquez sea hoy la segunda mujer afrodescendiente de la región vicepresidenta, no cambia la realidad de las mujeres que son más de 100 millones en la región de las mujeres afrodescendientes o de las mujeres en general”. En ese sentido fue enfática en señalar la importancia de la representación y participación política de todos los sectores, hoy marginados y empobrecidos, de nuestras sociedades.
Histórico proceso constituyente en Chile
La vicepresidenta electa de Colombia también se refirió al proceso constituyente chileno: “Ustedes están a punto de escribir una nueva historia para Chile y es una nueva Constitución que van a ratificar, ojalá, esperamos, en un nuevo Chile que se piensa entre todas, todos todes para todas, todos, todes en su diversidad”. En ese sentido añadió que espera que los chilenos tomen una buena decisión “para que esta sociedad avance y avance de manera colectiva que no se crea que la garantía de los derechos de unos es el menoscabo de los derechos de los otros. Garantizar los derechos de todos importa”.
La también destacada activista medioambiental indicó que recibió varios mensajes del pueblo afrochileno que demandaba participación en el proceso constituyente. “Sé que no se ha logrado, pero esperamos que los derechos del pueblo Afrochileno, sin discusiones si son migrantes o son nativos, se puedan reconocer”, dijo y añadió: “Ningún país puede negar la existencia de los pueblos afrodescendientes o indígenas por lo menos no en América Latina. Y el país que lo niegue, entonces tendrá que demostrar que no existió colonización y que no existió esclavitud”.
En la misma línea Márquez afirmó: “El reconocimiento en esta nueva Constitución de los pueblos indígenas, como también de los pueblos afrodescendientes, negros, raizales y palenqueros es fundamental, así como el reconocimiento de las diversidades sexuales y de género, la comunidad LGTBIQA+” y señaló el símil entre Chile y Colombia, donde dos “tira piedras” ahora deben gobernar: “Esperamos hacer las cosas con el corazón bien puesto, para que la dignidad se haga costumbre”.
Un feminismo antirracista e interseccional
Francia Márquez afirmó que hay una gran efervescencia con su llegada al poder y que muchas personas le han dicho que “esto es liberador”, pero indicó:
“Es bonito que se sienta eso, pero el desafío es lograr los cambios y la realidad es que tanto en Chile como Colombia las mujeres siguen perdiendo la vida, siguen siendo asesinadas”. De la misma manera persisten las desigualdades laborales, las mujeres siguen viviendo en condiciones de empobrecimiento extremo, niñas y niños siguen muriendo de hambre y, aunque algunas mujeres pueden acceder a esta universidad, la mayoría afuera no tienen garantías para el acceso a la educación. En el encuentro Francia compartió que el feminismo lo aprendió con las mujeres de comunidad, con su familia, con su mamá soltera y partera, con su abuela. Ellas no han ido a la universidad, no hablan de feminismo, dijo, pero le enseñaron a cuidar la vida, el territorio y a ellas debe su camino y su triunfo.
Para abordar la mirada interseccional se refirió a complejas situaciones que ocurren en territorio colombiano, como la necesidad de mujeres de emparentarse con actores armados para sentir seguridad y defender a los suyos, y, cuyos hijos crecen con una carga de estigmatización, donde se sigue reproduciendo la violencia. También en la Comisión de la Verdad en Colombia hubo testimonios mujeres negras que, en el marco del conflicto armado, sufrieron violencia sexual, pero además fueron marcadas en sus cuerpos, con quemaduras como las del ganado, como en tiempos de esclavitud. “Esas acciones son una evidencia del racismo y el conflicto armado y allí hay una interseccionalidad de raza, clase y género”, dijo.
Sobre Chile afirmó conocer el conflicto entre el Estado Chileno y el pueblo mapuche y ofreció su disposición a ayudar en lo que sea posible a encontrar caminos que implique ayudar a construir mejores horizontes de diálogo.
La academia junto a los territorios para una transformación estructural
“Hablar sobre racismo y feminismo no es sólo un discurso académico, es hablar sobre la realidad, sobre la vida de la gente", indicó Francia Márquez y añadió que “la academia es fundamental para entender las dinámicas de por qué tenemos que vivir estás violencias. Tener hoy a los lugares donde se produce el conocimiento al servicio de las justicias en sus diversidades es maravilloso”.
Para la activista feminista y política colombiana: “En otros tiempos no sé hablaba en la academia de política, de inclusión, de diversidad, de feminismo, de interseccionalidad, de raza, clase, de género, de Paz y hoy, que las puertas universitarias se estén abriendo para ello, es muy importante". Francia también apuntó a la necesidad asumir “el desafío de la crisis ambiental que vive nuestra casa grande, nuestro útero mayor, la madre tierra. Si la academia, la ciencia, la investigación, la tecnología no se pone al servicio se la vida, creo que estamos asistiendo a la extinción de la humanidad”, advirtió.
Por su parte la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, destacó la trayectoria de Francia Márquez y su compromiso con los derechos de las mujeres y personas marginadas, y sostuvo que recibirla en la Universidad de Chile “nos interpela, nos anima y nos obliga”, ya que ella “consolida simbólicamente la voluntad de dibujar un nuevo camino, reconociendo que los modelos políticos establecidos no nos ayudarán, que han alcanzado ya un límite, llevando al deterioro de nuestras condiciones de vida”. Devés añadió que la elección de Márquez “habla por la gran mayoría de mujeres, recogiendo las preocupaciones de las trabajadoras, de las mujeres racializadas, queer, trans, lesbianas, amas de casa, mujeres con trabajos precarios, habla de todas quienes experimentan en el día a día que la sobrevivencia depende de la sustentabilidad y es inseparable de la ética de los cuidados”.
La autoridad académica advirtió que, entre los desafíos comunes de las mujeres de Chile, Colombia y América Latina está que los gobiernos traduzcan a políticas públicas, a la cultura y la educación, la necesidad de no reproducir los estereotipos tradicionales y de producir nuevas interacciones sociales. Al respecto sostuvo que: “Las universidades debemos educar para estos nuevos tiempos, pero también debemos educarnos para educar distinto”.
Por ello, las Universidades públicas han hecho el esfuerzo de ser protagonistas en el espacio público, sabiendo que estos nuevos tiempos demandan nuevas formas de hacer academia. En ese sentido agradeció a los Centros de Género “creados recién terminada la dictadura por académicas que han construido campos de estudio, han formado nuevas generaciones de investigadoras, profesionales, otras académicas, dirigentes políticas y activistas, contribuyendo a diseñar la forma en que nuestra Universidad de Chile puede y debe crecer”.